UNA SOLUCIÓN SUSTENTABLE PARA EL CULTIVO DE ALIMENTOS.
Los altos rendimientos del Método CULTIVE BIOINTENSIVAMENTEMR, la construcción de suelo fértil 60 veces más rápido que la naturaleza, el ahorro de agua de hasta el 88% en Hortalizas, 66% en granos y el uso de menos abonos se logran gracias a los 8 principios del Método. Esos principios provienen de prácticas agrícolas ancestrales de las civilizaciones más exitosas, John Jeavons, el creador del método, las estudio, analizo sus bases y las agrupo, al usar el Método es importante dar oportunidad a que estos principios las técnicas y soluciones prácticas que se han desarrollado durante más de 52 años demuestren su eficiencia, recordemos que el Método no está a prueba, lo que si lo esta es nuestra capacidad de obtener los mayores rendimientos de manera sustentable, en pequeños espacios con recursos limitados y construyendo un suelo cada vez más fértil. Para información más extensa y precisa, consulte la pestaña de publicaciones.
Los suelos del planeta están cada vez más agotados, contaminados, compactados, erosionados, desmineralizados y casi sin microbiota, esto es el resultado del uso de maquinaria y del abuso de los fertilizantes químicos, para revertir esa situación la Composta Biointensiva recicla los esquilmos de los cultivos, los desperdicios de cocina y otra materia orgánica, esta composta es la más fácil de elaborar, su costo es casi nulo, propicia una microbiota abundante y sana y una estructura del suelo porosa, lo que permite la circulación de agua y gases y esto ayuda a que los cultivos desarrollen raíces sanas y profundas y como resultado saludables, abundantes y cosechas crecientes.
La doble excavación es la preparación del suelo a 60 centímetros de profundidad, mediante una técnica ergonómica que nos permite usar muy poco los músculos mediante una combinación del uso inteligente de nuestro peso y la fuerza de gravedad, esa profundidad ayuda a que las raíces de los cultivos desarrollen su potencial, por ejemplo las raíces del maíz, la lechuga y el tomate penetran en el suelo hasta 120 cm, esto permite cultivos saludables que resisten el ataque de las plagas, el suelo flojo facilita el deshierbe, limita la erosión y retiene humedad sin saturarlo.
El Método evita sembrar semillas directamente en el suelo, en cambio las coloca en almácigos o semilleros y cuando alcancen la edad optima, las trasplanta, esto entre otras muchas ventajas ahorra una cantidad significativa de agua y permite proteger a las plántulas de condiciones climáticas adversas, cuando se trasplantan a camas Biointensivas de 1.25 m de ancho por 8 m de largo y 60 cm de profundidad (10 m2 de superficie), se hace en tresbolillo, cada plántula se coloca en la cama en un patrón hexagonal, a la misma distancia de otras a su alrededor de modo que cuando germinen o maduren, sus hojas se tocan, creando un microclima que retiene la humedad, protege la valiosa vida microbiana del suelo, limita la proliferación de plagas, retrasa el crecimiento de otras hierbas y ayuda a obtener mayores rendimientos. Esta técnica evita los problemas que se presentan al sembrar en surcos, haciendo un uso más eficiente del espacio y el agua por unidad de área.
Para desarrollarse las plantas toman nutrientes del suelo, por eso evitamos sembrar el mismo cultivo consecutivamente en el mismo sitio de la cama, para hacer esto de la mejor manera clasificamos a los cultivos en Donantes (leguminosas), consumidores ligeros (tubérculos excepto la papa) y consumidores voraces (los que no forman parte de los dos anteriores). La rotación de cultivos ayuda al agricultor a producir alimentos de buena calidad y a crear y mantener un suelo sano y vibrante con nutrientes siempre disponibles. En cuanto a la asociación de cultivos, la mayoría de las plantas crecen mejor cuando están cerca de otras. Nuestra clasificación identifica a las plantas que se asocian con otras y se benefician mutuamente, las que no deben asociarse porque tienen propiedades negativas, las que controlan plagas o enfermedades y atraen insectos benéficos al huerto y las plantas trampa, que algunas plagas prefieren y así no atacan a los cultivos del huerto, como la ruda que atrapa a los pulgones, el cilantro a la mosquita blanca. ¡Algunas hacen ambas cosas! La borraja, por ejemplo, ayuda a controlar a los gusanos del jitomate mientras que sus flores azules atraen a las abejas. Algunas plantas silvestres tienen un efecto saludable en el suelo; sus raíces profundas aflojan el subsuelo y extraen oligoelementos y nutrientes que de otra manera no están disponibles.
Para ser considerado agricultor Biointensivo y por ende sustentable, es importante producir sus insumos, básicamente su composta y otros abonos orgánicos, sus plántulas y muy importante: sus semillas. En el Método CULTIVE BIOINTENSIVAMENTEMR, no usamos semillas hibridas o transgénicas, solo semillas nativas y/o criollas, de polinización abierta o libre que han sido seleccionadas por nuestros antepasados durante siglos por sus características específicas y adaptabilidad a condiciones desfavorables, como el cambio climático, nos dan una buena variedad de opciones de cultivos y pueden ser utilizadas en una amplia variedad de climas y suelos. Al usarlas ahorramos dinero, protegemos la diversidad de cultivos y mantenemos a los polinizadores alimentados, felices y sanos, sugerimos la instalación de casas de semillas para conservarlas, intercambiarlas y propiciar su fortaleza genética. Esto además de hacernos independientes de los mercados ayuda a conservar las semillas que nos han heredado nuestros antepasados
Para asegurar los materiales para la elaboración de nuestra composta y la recirculación de nutrientes, en el Método CULTIVE BIOINTENSIVAMENTEMR, destinamos aproximadamente 60% del área del huerto a cultivos con rendimientos altos en biomasa (carbono) y calorías (semillas). Estos cultivos cumplen un doble propósito porque producen grandes cantidades de material carbonoso que se utiliza para hacer la composta y a la vez produce una cantidad importante de calorías para alimentarnos. Ejemplos de estos son los cereales como el sorgo, maíz, trigo, cebada, centeno, la caña de azúcar y avena, o las amarantáceas como el amaranto y la quinoa y otros cultivos como el girasol y las habas. Los sistemas agrícolas actuales extraen grandes cantidades de materia orgánica y nutrientes del suelo que se envían a otros lugares como fertilizantes, esta práctica empobrece el contenido de materia orgánica de los suelos y de ninguna manera es sustentable. En cambio, si sembramos cultivos ricos en biomasa por unidad de área y los procesamos, esto si es sustentable y nos permite producir más materia orgánica y retener más nutrientes en el suelo, y es lo más cercano a un “sistema de circuito cerrado”.
Lo pequeño es bello, esta belleza reside en la eficiencia y es clave en el Método CULTIVE BIOINTENSIVAMENTEMR. En la planeación destinamos un 30% del área a cultivos de raíz, que en poco espacio producen una buena cantidad de calorías y kilogramos, como las papas, el camote, la chirivía, cormos como la malanga o taro, el ñame, el quequisque o bulbos como el ajo y el puerro. Estos cultivos tienen la capacidad de producir una cantidad proporcionalmente grande de calorías por unidad de área en comparación con otros cultivos. Las vitaminas también son parte importante de nuestra dieta, por esa razón destinamos el 10% de nuestra área de cultivo a las hortalizas, espacio que ha demostrado ser suficiente para satisfacer esa necesidad.
Es importante comprender que el Método es un sistema integral para cultivar alimentos y para edificar la fertilidad del suelo, por el contrario, si no se usan sus principios juntos pueden agotarlo con más rapidez que la agricultura convencional debido a sus altos rendimientos, pero a la vez que el suelo y sus habilidades mejoran y las camas dobles excavadas son abonadas con composta y sembradas con una gran diversidad de cultivos sembrados en almacigo con semillas de polinización abierta, rotadas apropiadamente y usando la fórmula de la sustentabilidad, es prácticamente imposible no obtener un huerto saludable y productivo
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